Traducí mis textos

Yo creo en todos los dioses, excepto en uno, uno que solo aparece en verano, los días de luna, cuando el mar se oye más cerca. Un Dios que existe cuando vuelve a mi cabeza su voz, en esas noches en las cuales ni siquiera una ínfima parte de mi cuerpo quiere tenerla cerca. No creo en él porque desvivió mi vida como quiso, como mejor supo, como más fuerte aprendió a golpear. Su figura de mujer enamorada aún resuena en  mí y no se quita con nada, ni aún intentando dormir sobre su lado de la cama. Creo en todos los dioses, pero más en uno, aquel que todavía no aparece porque no llega el invierno, aún no hay días grises, el mar se sigue oyendo cerca. Creo en él porque espero que traiga a mí canciones nuevas, que me ayuden a dormir abrazándolo en la cama, sintiendo que vive mi vida conmigo.